Descubren un nuevo planeta fuera del sistema solar
Fue hallado usando una nueva metodología basada en la teoría de la relatividad de Einstein.
Los estudiantes que concretaron el hallazgo esperan que la nueva metodología liderará el descubrimiento de otros planetas, agregándolos a los cientos que han sido descubiertos a través de diferentes métodos.
El profesor Tsevi Mazeh, del departamento de Astronomía y Astrofísica de la mencionada universidad israelí de Tel Aviv, y la estudiante de doctorado Simchon Faigler han estado buscando planetas usando el nuevo método durante los últimos dos años.
Utilizando los datos del telescopio espacial Kepler de la NASA, que fue lanzado en marzo de 2009, los investigadores midieron la intensidad de la luz de más de 100.000 estrellas distantes, en un esfuerzo para discernir los cambios cíclicos provocados por los planetas que no se ven cercanos.
"Cuando una fuente de luz se mueve hacia nosotros, entonces, de acuerdo a la teoría de la relatividad, la luz se hace más fuerte, y cuando se aleja de nosotros, la luz se hace más débil", explicó Mazeh. "El cambio es muy pequeño, y se puede ver sólo con un telescopio que mide la intensidad de la luz con una alta precisión", agregó el profesional de la casa de altos estudios hebrea.
Debido a este efecto, la intensidad de la luz emitida por una estrella subirá y bajará debido a perturbaciones menores en la propuesta causados ââpor el tirón gravitacional de un planeta cercano.
Los investigadores de la TAU también hicieron uso de otros dos tipos de cambios a la luz de la estrella para detectar el planeta. En primer lugar, la gravedad de un planeta distorsiona la estrella que circula en forma de fútbol. Como resultado de ello, se ve más brillante cuando se observa desde el lado y el amortiguador cuando se ve desde el extremo puntiagudo, porque el lado emisor de luz tiene un área más grande que hace al final. Y en segundo lugar, algunos de los rayos de luz emitidos por una estrella se reflejarán de nuevo en él por un planeta cercano.
Debido a que los cambios de brillo son minúsculos, Mazeh dijo que los tres métodos sólo se pueden utilizar con un telescopio basado en el espacio, que tiene la capacidad de detectar los cambios pequeños.
El nuevo planeta en cuestión se llama Kepler-76b, ya que es el 76º planeta identificado a partir de datos obtenidos por el telescopio Kepler. Kepler-76b está situado en la constelación de Cygnus, a unos 2.000 años luz de la Tierra. Pesa alrededor de dos veces más que Júpiter y se encuentra muy cerca de su sol, completando una órbita cada un día y medio.
Pero debido a que es tan cerca de su sol, el planeta está bloqueado en una posición fija por la atracción gravitacional del Sol, es decir, del mismo lado del planeta siempre se enfrenta al sol.
En su punto más caliente, Kepler-76b alcanza temperaturas de unos 2.000 grados Celsius. Algo que para Mazeh significa que las posibilidades de que contenga vida son muy pequeñas.
Via: http://america.infobae.com
Los estudiantes que concretaron el hallazgo esperan que la nueva metodología liderará el descubrimiento de otros planetas, agregándolos a los cientos que han sido descubiertos a través de diferentes métodos.
El profesor Tsevi Mazeh, del departamento de Astronomía y Astrofísica de la mencionada universidad israelí de Tel Aviv, y la estudiante de doctorado Simchon Faigler han estado buscando planetas usando el nuevo método durante los últimos dos años.
Utilizando los datos del telescopio espacial Kepler de la NASA, que fue lanzado en marzo de 2009, los investigadores midieron la intensidad de la luz de más de 100.000 estrellas distantes, en un esfuerzo para discernir los cambios cíclicos provocados por los planetas que no se ven cercanos.
"Cuando una fuente de luz se mueve hacia nosotros, entonces, de acuerdo a la teoría de la relatividad, la luz se hace más fuerte, y cuando se aleja de nosotros, la luz se hace más débil", explicó Mazeh. "El cambio es muy pequeño, y se puede ver sólo con un telescopio que mide la intensidad de la luz con una alta precisión", agregó el profesional de la casa de altos estudios hebrea.
Debido a este efecto, la intensidad de la luz emitida por una estrella subirá y bajará debido a perturbaciones menores en la propuesta causados ââpor el tirón gravitacional de un planeta cercano.
Los investigadores de la TAU también hicieron uso de otros dos tipos de cambios a la luz de la estrella para detectar el planeta. En primer lugar, la gravedad de un planeta distorsiona la estrella que circula en forma de fútbol. Como resultado de ello, se ve más brillante cuando se observa desde el lado y el amortiguador cuando se ve desde el extremo puntiagudo, porque el lado emisor de luz tiene un área más grande que hace al final. Y en segundo lugar, algunos de los rayos de luz emitidos por una estrella se reflejarán de nuevo en él por un planeta cercano.
Debido a que los cambios de brillo son minúsculos, Mazeh dijo que los tres métodos sólo se pueden utilizar con un telescopio basado en el espacio, que tiene la capacidad de detectar los cambios pequeños.
El nuevo planeta en cuestión se llama Kepler-76b, ya que es el 76º planeta identificado a partir de datos obtenidos por el telescopio Kepler. Kepler-76b está situado en la constelación de Cygnus, a unos 2.000 años luz de la Tierra. Pesa alrededor de dos veces más que Júpiter y se encuentra muy cerca de su sol, completando una órbita cada un día y medio.
Pero debido a que es tan cerca de su sol, el planeta está bloqueado en una posición fija por la atracción gravitacional del Sol, es decir, del mismo lado del planeta siempre se enfrenta al sol.
En su punto más caliente, Kepler-76b alcanza temperaturas de unos 2.000 grados Celsius. Algo que para Mazeh significa que las posibilidades de que contenga vida son muy pequeñas.
Via: http://america.infobae.com
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