Venus con una cola como la de los cometas
La sonda espacial 'Venus Express' ha observado cómo se estira la ionosfea cuando decae el viento solar.
La sonda espacial Venus Express, en órbita del ese planeta, ha permitido descubrir cómo allí se forma una cola similar a la de los cometas durante un período de disminución de la presión del viento solar que emite la estrella. La cola de plasma se extiende en la cara nocturna del planeta hasta una distancia de dos veces su radio, según ha informado la Agencia Europea del Espacio (ESA).
La ionosfea es una región de gas cargado eléctricamente por encima de la atmósfera del planeta y su forma y densidad están en parte controladas por el campo magnético interno del mismo, explican los expertos de la agencia. En la tierra, que tiene un fuerte campo magnético, la ionosfera es relativamente estable ante cambios –en un cierto rango- del viento solar. Pero Venus no tiene su propio campo magnético interno y la forma de su ionosfera depende del viento solar, el flujo de partículas (sobre todo electrones y protones) que emite la alta atmósfera estelar
En agosto de 2010 se registró un mínimo en este viento solar, cuya densidad cayó hasta 0,1 partículas por centímetro cúbico, unas 50 veces por debajo de lo normal. Lo pudo pedir la sonda espacial de la NASA Stereo-B y duró unas 18 horas. Al mismo tiempo, la Venus Express observó cómo el globo de la ionosfera de ese planeta se alargaba por la cara nocturna formando una cola similar a la que forman los cometas en condiciones similares.
“La ionosfera en forma de gota empezó a formarse entre 30 y 60 minutos después de la disminución de la alta presión normal del viento solar y en dos días terrestres se había estirado en el espacio al menos hasta una distancia equivalente a dos radios de Venus”, explica Yong Wei, científico del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (en Alemania). La investigación se presenta en la revista Planetary and Space Science.
Los expertos creen que algo similar debe suceder en Venus, otro planeta del interior del Sistema Solar sin campo magnético interno. “A menudo hablamos de los efectos de la interacción del viento solar con las atmósferas planetarias durante los períodos de intensa actividad de la estrella, pero Venus Express nos ha mostrado que incluso cuando se reduce el viento solar, el astro sigue influyendo significativamente en el entorno de nuestros vecinos planetarios”, concluye Häkam Svedhem, jefe científico de la misión en la ESA.
sociedad.elpais.com
La ionosfera de Venus en condiciones solares normales (izquierda) y cuando decae el viento solar y se forma en el planeta una cola como la de los cometas (derecha). / ESA/WEI ET AL. |
La sonda espacial Venus Express, en órbita del ese planeta, ha permitido descubrir cómo allí se forma una cola similar a la de los cometas durante un período de disminución de la presión del viento solar que emite la estrella. La cola de plasma se extiende en la cara nocturna del planeta hasta una distancia de dos veces su radio, según ha informado la Agencia Europea del Espacio (ESA).
La ionosfea es una región de gas cargado eléctricamente por encima de la atmósfera del planeta y su forma y densidad están en parte controladas por el campo magnético interno del mismo, explican los expertos de la agencia. En la tierra, que tiene un fuerte campo magnético, la ionosfera es relativamente estable ante cambios –en un cierto rango- del viento solar. Pero Venus no tiene su propio campo magnético interno y la forma de su ionosfera depende del viento solar, el flujo de partículas (sobre todo electrones y protones) que emite la alta atmósfera estelar
En agosto de 2010 se registró un mínimo en este viento solar, cuya densidad cayó hasta 0,1 partículas por centímetro cúbico, unas 50 veces por debajo de lo normal. Lo pudo pedir la sonda espacial de la NASA Stereo-B y duró unas 18 horas. Al mismo tiempo, la Venus Express observó cómo el globo de la ionosfera de ese planeta se alargaba por la cara nocturna formando una cola similar a la que forman los cometas en condiciones similares.
“La ionosfera en forma de gota empezó a formarse entre 30 y 60 minutos después de la disminución de la alta presión normal del viento solar y en dos días terrestres se había estirado en el espacio al menos hasta una distancia equivalente a dos radios de Venus”, explica Yong Wei, científico del Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar (en Alemania). La investigación se presenta en la revista Planetary and Space Science.
Los expertos creen que algo similar debe suceder en Venus, otro planeta del interior del Sistema Solar sin campo magnético interno. “A menudo hablamos de los efectos de la interacción del viento solar con las atmósferas planetarias durante los períodos de intensa actividad de la estrella, pero Venus Express nos ha mostrado que incluso cuando se reduce el viento solar, el astro sigue influyendo significativamente en el entorno de nuestros vecinos planetarios”, concluye Häkam Svedhem, jefe científico de la misión en la ESA.
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